RESPUESTA SOCIAL: FICHAS


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Junto a la parte más visible de acciones en la calle había mucha labor discreta de concienciación contra el terrorismo que generaba publicaciones, hojas volanderas, carteles o documentación. Cristina Cuesta nos explica una iniciativa concreta que desarrolló la Asociación por la Paz de Euskal Herria. Los Comandos Autónomos Anticapitalistas habían asesinado a Enrique Cuesta, el padre de Cristina, en marzo de 1982 en San Sebastián. Años después, ella fundó en su ciudad una de las primeras organizaciones pacifistas.

Cristina Cuesta. Fichero de víctimas del terrorismo

«El 8 de mayo de 1986 un grupo de ciudadanos de San Sebastián constituyó la Asociación por la Paz de Euskal Herria. Decidimos concentrarnos en silencio en el centro de la ciudad al día siguiente de que el terrorismo y la violencia de intencionalidad política arrebatara la vida, asesinara a un ser humano.

El 22 de mayo de 1986 nos concentramos, por primera vez, por el policía nacional Manuel Fuentes Pedreira, asesinado por ETA en Arrigorriaga. A partir de ese día vendrían cientos de actos de denuncia en solidaridad con las víctimas del terrorismo.

Una de las iniciativas que impulsamos fue la de documentar, de manera muy artesana, la dimensión de las consecuencias del terrorismo. Teníamos necesidad de conocer, de humanizar, de relatar la realidad de las víctimas.

Algunos de los miembros de la asociación se decidieron a ir en su tiempo libre a la biblioteca, y a través de los servicios de hemeroteca realizaron unas fichas con cada nombre, con cada víctima.

Buscábamos rescatarlas del olvido, ser conscientes de la dimensión de la tragedia en la que vivíamos.

Nos repartimos el trabajo por años. Cada compañero investigaba uno. El objetivo era reunir todos e ir completándolos. La iniciativa nos desbordó».