ESPACIO MEMORIAL
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Este es el Espacio Memorial, un lugar central del edificio. Lleva el nombre de Ana María Vidal-Abarca, una vitoriana pionera, impulsora de la primera asociación de víctimas del terrorismo de España. Ana María fundó la Hermandad de Familiares, hoy AVT, en diciembre de 1980, apenas unos meses después de que ETA matara a su marido, el comandante Jesús Velasco, en esta misma ciudad. Su hija Ana Velasco explica varias piezas que la familia ha cedido para la exposición.
Ana Velasco. Cartera, boina y recorte de prensa de Jesús Velasco
«Una cartera agujereada a balazos junto al corazón que partieron las balas. Una cartera escondida mucho tiempo para no ver los agujeros de la muerte, los agujeros de la ausencia, los agujeros del dolor.
Una cartera entregada para tratar de remover conciencias, para intentar despertar a los corazones indiferentes, para que los que no saben, sepan, vean, entiendan, compadezcan, sientan. El instante de la muerte en una cartera. El crimen. La consecuencia de la maldad.
La boina roja, con la estrella de comandante bordada en oro, y con el escudo y el lema alavés, “en aumento de la justicia, contra los malhechores”, perteneció a un militar, a un miñón, a Jesús Velasco. Una persona que encarnaba el sentimiento alavés y español integrado y fructífero, al servicio de todos. Simboliza lo que no pudo ser, porque los malhechores lo impidieron.
¡Viva España!, gritó al aire Ana María Vidal Abarca, de pie, sobre la tumba de su marido recién asesinado. Y lo hizo para que la verdad brillase. Para que todos supieran que Jesús Velasco era un servidor de España y de Álava. Que la banda asesina ETA lo había matado porque no quería que un militar estuviese al frente del cuerpo de Miñones. Esa había sido la única razón. Lo consiguieron.
Y sí. Hubo tensión en el entierro. O ¿acaso hay que aceptar dócilmente los asesinatos premeditados con intencionalidad perversa?»
En el cuadro de José Ibarrola que tienes ante ti el protagonismo recae en un utensilio de uso común. El paraguas es un objeto omnipresente en el lluvioso País Vasco. Ibarrola lo convierte en una metáfora de aquello que crees que te protege, pero no impide que te termines mojando. El artista se inspiró en una fotografía tomada en el lugar en el que su amigo José Luis López de Lacalle fue asesinado por ETA en 2000. La víctima estaba tendida en el suelo y tapada con una sábana blanca junto a un paraguas rojo abierto.
Puedes continuar la visita con el audiovisual inmersivo instalado debajo del lucernario, en el antiguo patio de operaciones del banco. Acompañados por varias víctimas, viajaremos a los escenarios de los atentados terroristas que les marcaron.
